lunes, 8 de agosto de 2011

El espacio y el tiempo.

Necesito mi espacio. Necesito un tiempo. ¿Cuántas veces hemos escuchado estas frases de bocas masculinas? En cualquier momento de la relación y sin previo aviso pueden surgir. ¿Qué hace una mujer tras escuchar esta frase? Tras varios estudios basados en mi propia experiencia he llegado a la conclusión de que surgen varias etapas. La primera sin duda es la de desconcierto. Te preguntas porque un día antes te estaba acosando y al día siguiente necesita un radio de dos kilómetros. La segunda etapa es la del enfado. La de "se va a cagar". La tercera etapa es la más dura. Surge el llanto y la tristeza. Ya no le gusto, ya no me quiere, estoy gorda, me va a dejar. Pero llega la cuarta y mejor etapa. La etapa en la que se encuentra Charlie, o sea, yo. Esta etapa se caracteriza por una autoestima insuperable. Y un orgullo digno de película americana. ¿Qué necesitas tu espacio y tu tiempo? Pues los tendrás. Móviles apagados. Redes sociales inactivas. Y a esperar. Llega la quinta etapa, donde la paciencia juega su papel más importante. Hay que esperar, nada de llamadas, nada de mensajes. Recomiendo no parar durante esta etapa y tampoco estar sola. Ya que, en un momento de desesperación puedes caer. Y si caes te pierdes la sexta etapa. LA ETAPA. La etapa en que la el hombre vuelve. Porque siempre vuelven. Antes o después. Y ahí es cuando nace un gozo de tu estómago que va subiendo al pecho y que te brota por cada poro. Te haré sufrir pequeño macho insensible. Chicas, estas seis etapas llevan su tiempo. Pero son reales y suceden. Pero como no todos los vestidos de novia son blancos, también tenemos consejo para las menos afortunadas. Si no vuelven, por diversas causas, hay que olvidarse. Pasado un tiempo la etapa de espera llega a su fin. Y entonces hay que buscar un clavo. Un clavo saca a otro clavo. Sale un clavo y entra otro nuevo. Y seguro que ese nuevo clavo será mucho mejor que el anterior. Y a las dos semanas recordarás al anterior clavo como pequeño y oxidado...y sobretodo pequeño. Ahora mismo estoy en la etapa de la autoestima. Voy divinamente vestida, divinamente peinada y perfectamente calzada. Me quiero a mí más que a nadie. Y a esperar.Ya os contaré si tengo que buscar a otro clavo. Deseadme suerte chicas.

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